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sábado, 7 de abril de 2012

Espíritu navideño



Espíritu que llega sólo a los nobles corazones,
invadiendo sus hogares con esos dulces aromas navideños,
donde se ven pinos con luces de colores tan brillantes,
parpadeantes que van alumbrando los umbrales.

Se le puede ver en un rinconcito de una casa,
en el nacimiento, ahí… donde siempre
reposa el espíritu del amor,
que invade poco a poco esos nobles corazones,
cuando ven en el niño Jesús reflejada
las inocentes sonrisas de los niños.

Es una noche de paz que se va llenando de luz
donde se comparte el cariño, ese amor
que va uniendo nuestros corazones,
unos quizás se encuentren nostálgicos,
otros solitarios y unos están tan llenos de amor
para dar…

A las doce se expresan los
más profundos sentimientos en un solo abrazo
y con un mismo corazón sin fronteras
donde recibimos a Jesús un año más…
porque él es navidad ,él es paz, él es el perdón,
él es el espíritu navideño que invade el mundo entero
en una sola voz, deseándonos mutuamente una vez más
¡Feliz navidad!! Para todos…

Lo encontrarás otra vez



Siempre ahí estará El…
no tienes que buscarlo,
sólo, lo tienes que  mirar con los ojos
del alma,
escucharlo en el silencio…
percibirlo  en lo más profundo de tu ser,
cuando necesites amor en tu corazón…
cuando el dolor desgarre tu cuerpo
y supliques consuelo,
cuando el miedo llegue a ti,
sólo le tienes que decir 
 ¿Dónde estás?
y ahí estará El…

Mira…
a tu alrededor
y te darás cuenta…
que siempre estuvo ahí para ti,
en  cada significado de la vida,
en cada elemento que se convirtió en polvo,
en cada átomo y molécula
que conforma este universo sin fin…
siempre
dejó su huella para que lo sigas
por este camino difícil de la vida…

Lo escucharás…
en la naturaleza, a través de las ondas sonoras,
en el murmullo del viento sobre la atmósfera,
en cada nota que componen
todas las sinfonías musicales,
en cada palabra de los que te aman.

Siéntelo…
en la radiación que ilumina tus pensamientos,
en esa energía positiva que convierte los corazones,  
es esa gran luz que da la vida…y te hace crecer…
siéntelo
con fe, porque El es todo..

Y…
cuando ya no quieras creer en El,
por esos motivos terrenales
por lo que todos lo culpan
y dejas  de buscarlo,
perdiéndote 
en  el camino  nuevamente
y  ya no lo quieres escuchar más,
ni volver a ver su luz,
ni sentirlo,
piensa …
que  te olvidaste otra vez,
que El siempre permanecerá en tu corazón ,
aunque, éste ,
se encuentre aún dormido
y sólo tienes que llamarlo otra vez
por su nombre supremo…
¡Dios!!
y  volverás a despertar con El…
nuevamente al milagro de la vida.